Hoy en un evento lleno de bloques de la Casa Blanca, Jeff Bezos subió al escenario frente a miembros selectos de los medios de comunicación, ejecutivos, funcionarios del gobierno y una manada de estudiantes de secundaria para revelar nuevos detalles de su plan para obtener a la Luna en 2024 .

Blue Origin enviará humanos al espacio en New Shepard más adelante este año y ha desvelado un módulo de aterrizaje lunar, llamado "Luna azul", para acceder a la superficie lunar rica en recursos, dijo Bezos.

la etapa con las famosas palabras de Neil Armstrong como el primer hombre para caminar en la luna Bezos subió al escenario para explicar su visión de responder una pregunta muy simple. Dados los recursos limitados disponibles para la humanidad, “¿dónde viviría un billón de seres humanos?”

Es una visión que Bezos ha articulado antes .

Para Bezos, el único impedimento para esta espacio es la utopía a un obstáculo mundano que el fundador de Amazon conoce muy bien: la falta de logística e infraestructura para reducir los costos.

"El trabajo de mi generación es construir la infraestructura", dijo Bezos. "Vamos a construir el camino al espacio".

Según la NASA y el gobierno de los EE. UU., Ese camino pasará por la Luna, lo cual es una de las razones por las que Bezos dio a conocer el módulo de aterrizaje lunar hoy.

EE. UU. El vicepresidente Mike Pence, en marzo, pidió a la NASA que utilizara "cualquier medio necesario" para colocar a los astronautas estadounidenses en una estación espacial en órbita de la Luna y, finalmente, en el Polo Sur de la Luna para 2024.

Pero ¿por qué el Sur? ¿Polo? Por el hielo.

Hablando en una reunión del Consejo Nacional del Espacio, el administrador de la NASA Jim Bridenstine declaró que los científicos de la NASA estiman que hay más de 1 billón de libras de hielo en los polos lunares. Esta estimación proviene de los datos recopilados por el orbitador lunar Chandrayaan-1 de la Organización de Investigación Espacial India, que detectó los cráteres que se escondían del hielo y se alejaban del sol.

El hielo está bloqueado en estos cráteres, incapaz de evaporarse, ya que, según se informa, las temperaturas nunca suben a más de -250 grados Fahrenheit en estos lugares. La NASA espera usar este hielo para producir combustible para cohetes.

"En este siglo, regresaremos a la Luna con nuevas ambiciones", dijo Pence en marzo. “No solo para viajar allí, sino también para extraer oxígeno de las rocas lunares que abastecerán de combustible a nuestras naves, usar la energía nuclear para extraer agua de los cráteres permanentemente sombreados del polo sur y volar en una nueva generación de naves espaciales que permitirán Llegaremos a Marte en meses, no en años ".

Las empresas emergentes como Momentus ya están construyendo naves espaciales que utilizan fuentes alternativas de combustible (como el oxígeno) para impulsar sus buques.

La proclamación de Pence se produjo después de que las demoras obligaran a la NASA a retrasar la primera misión tripulada a la Luna hasta 2028. El Sistema de lanzamiento espacial (SLS) de la NASA ha estado en desarrollo durante años, en medio de demoras y recortes presupuestarios.

Regresar a la luna se establece como una empresa costosa y más aún si se tiene en cuenta el objetivo actualizado. La NASA y la Oficina de Presupuesto y Gestión de los Estados Unidos calcularon el costo, pero aún no han revelado el precio al público estadounidense.

"En este momento, [the cost estimate is] en revisión, y no podemos venir. con un número ", dijo Mark Sirangelo, asistente especial del administrador de la NASA Jim Bridenstine, durante una audiencia del subcomité de espacio y aeronáutica del comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes de EE. UU. "Hemos proporcionado la información, y las discusiones han sido muy positivas y abiertas, y tan pronto como esas discusiones estén completas y la OMB haya aprobado los números, se los proporcionarán".

Como recuerda Space.com, regresar a la Luna ha sido parte de la política oficial de los EE. UU. Desde diciembre de 2017 después de que el Presidente Trump firmara la Directiva 1 de la Política del Espacio.

Aunque la NASA todavía tiene que revelar el plan detallado, la línea de tiempo general exige los aterrizajes tripulados de la luna a finales de la década de 2020 que pavimentan el camino espacial a los aterrizajes de Marte en la década de 2030.

Ahí es donde entra Blue Origin.

Además del vehículo lunar, Blue Origin tiene dos vehículos espaciales en desarrollo. El New Shepard es un cohete suborbital diseñado para vuelos de corta duración y que no lanza grandes satélites a la órbita. Eso será manejado por el New Glenn, que está programado para un lanzamiento en 2021 y podrá transportar 45,000 kg de mercancías a la órbita baja de la Tierra. Ambas plataformas de cohetes están diseñadas para su reutilización.

La semana pasada, el Blue Origin New Shepard completó su 11ª misión después del lanzamiento y el aterrizaje mientras llevaba 38 experimentos en la órbita baja de la Tierra . El New Shepard se dispara a 100 kilómetros, momento en el que la cápsula se desprende y continúa hacia arriba en su impulso. Las pruebas (o eventualmente los humanos) a bordo están expuestas a varios minutos de microgravedad antes de que la cápsula descienda de regreso a la Tierra en tres paracaídas. El cohete New Shepard aterriza de manera independiente en sus puntales deplorables.

Es esta plataforma de lanzamiento que Bezos pretende usar en parte para el turismo espacial. Según el informe de Reuters del año pasado, los boletos podrían costar entre $ 200,000 y $ 300,000.

Mientras tanto, SpaceX ha tomado un camino diferente, diseñando y produciendo cohetes cada vez más grandes. El Falcon Heavy es el cohete más grande actual de la compañía y es capaz de transportar 63,800 kg a la órbita baja de la Tierra. SpaceX también está trabajando en su plataforma de lanzamiento de próxima generación, Starship, que se dice que puede elevar más de 100,000 kg de mercancías a la órbita baja de la Tierra. La primera pelea orbital por Starship está prevista para 2020.

Hay un montón de espacio para ambas compañías y otros. Las empresas emergentes como Rocket Lab, Virgin Galactic y Vector también están desarrollando plataformas de lanzamiento destinadas a ser utilizadas por operaciones comerciales y organismos gubernamentales. Estas nuevas empresas tienen que competir con los incumbentes, como el gobierno ruso y la United Launch Alliance, que es propiedad de Lockheed Martin y Boeing. Y eso son solo los cohetes. Otras nuevas empresas están surgiendo para construir diferentes componentes, satélites, módulos de aterrizaje y soluciones telemáticas necesarias para los viajes espaciales.

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